viernes, 4 de marzo de 2016

EL AÑO DEL BILLONARIO


Él parecía ser el tipo de hombre que incluso mi madre llamaría ardiente. 
Eventualmente, lo hizo. Lucía como la clase de hombre que no sólo rompía las reglas, sino que hacía otras propias.
Lideraba y era seguido… o salías de su camino. ¿Por qué un millonario con una voz de seda líquida y un rostro de ángel malvado le daría una segunda mirada a una chica con pantalones corrientes, con un corte de cabello de quince dólares y un coche desvencijado que ella llamaba “Eep” porque la J se cayó hace mucho tiempo. No quería saber el motivo y cuando pensé que lo entendía no quería admitirlo. En el momento en que descubrí su secreto, ya era muy tarde. Su pasión era tan adictiva como una droga. Tampoco perjudicó que salvara del peligro a la gente que quiero. Una mujer puede acostumbrarse a un caballero de brillante armadura, incluso cuando dicha armadura tiene grandes abolladuras en ella.



Yo viajaba a toda velocidad a través del océano, a gran altura, a un destino desconocido a millas de distancia. Había traído un pasaporte y nada más. Parecía decidido a hacer que todo fuera nuevo en mi vida. Él me descubrió, quitando capa tras capa hasta que lo único que quedaba de mi era mi núcleo más íntimo. Sin embargo, no lo conocía. 
Locura es una buena palabra para describir el tipo de incertidumbre que viene con un hombre como Tristán King. Nunca supe lo que le día traería, pero me dispuse a esperar sorpresas. Ese fue el mayor problema. Administrar mis expectativas con un hombre que me había dicho que no podía tener ninguna.
Para una chica normal, estar con un hombre como él representaba una gran oportunidad. ¿Era realmente posible amar un día a la vez?



Él parecía ser el tipo de hombre que incluso mi madre llamaría ardiente. 
Eventualmente, lo hizo. Lucía como la clase de hombre que no sólo rompía las reglas, sino que hacía otras propias.
Lideraba y era seguido… o salías de su camino. ¿Por qué un millonario con una voz de seda líquida y un rostro de ángel malvado le daría una segunda mirada a una chica con pantalones corrientes, con un corte de cabello de quince dólares y un coche desvencijado que ella llamaba “Eep” porque la J se cayó hace mucho tiempo. No quería saber el motivo y cuando pensé que lo entendía no quería admitirlo. En el momento en que descubrí su secreto, ya era muy tarde. Su pasión era tan adictiva como una droga. Tampoco perjudicó que salvara del peligro a la gente que quiero. Una mujer puede acostumbrarse a un caballero de brillante armadura, incluso cuando dicha armadura tiene grandes abolladuras en ella.



2 comentarios:

  1. Hola no puedo descargar tomando su tiempo #2 ni cumpliendo su promesa #3 por favor enviamelos barbyromero26@hotmail.com

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  2. Hola no puedo descargar tomando su tiempo #2 ni cumpliendo su promesa #3 por favor enviamelos barbyromero26@hotmail.com

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